


Las calles de El Born, estrechas, cuajadas de gente, con rincones estravagantes de pueblo, con señales y callejuelas, atiborradas de esquinas de sorpresas, nada hace parecer la multitud que me rodeaba en esta mañana de domingo.
Armada con un plano y un ticket de museos, me pierdo con rumbo claro, husmeo y cotilleo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario