Que mezcla es Galápagos, te da lo mejor y a la vez, puede desarmarte hasta el desanimo. Vine buscando tortugas, naturaleza, la conservación de un lugar único y finalmente me llevo gentes, de mil partes, de esa diversidad humana poderosa y hermosa. Y recupero la confianza de mis propios pulmones, la sensación y certeza de que no son los lugares sino los que los habitamos, los que hacen que el encuentro y la complicidad sea posible.
San Cristóbal me da y regala a Ricardo, tan cerca de mis emociones que a ratos me sobrecoge por lo inesperado de un santanderino loko y lucido puede despertarme, de Yes, un silbido de frescura y una ternura que rebosa bajo pestañas hindues, Daniela, aprender de su estar dinamico y sonriente, de su fuerza interna y su rubor de ingenuidad, Pati, melena de coraje, y un corazón tan grande que no entiendo como le cabe, confidente serena... y los que me dejo, por no listar y empañarme los ojos.
Y Santa Cruz que me ha regalado otros guiños, recuperar una María que antes me resultaba distante, y siento cerca en risas, Gina, un estampido de energía, un guiño en estos días para mirar desde lo positivo y siempre adelante, y mil seres más de los que cada dia aprecio sorpresas, miradas, cercanias que me hacen recuperar confianza en mi.
Cerrando el circulo, sobre estas isla, como puente entre el mar y la tierra, la niña Tania, cordon umbilical que me unira siempre a Galápagos, regalo y descubrimiento de giros, de entusiasmos, de certezas cuando encuentras algo imperecedero.
A todos y todas las que nombro Rosana, Sergio, Susi, Pablo, Mauri, Hector, Walter, David, Lorena, Maria, Alex, Veronica, Oswaldo, Javier, Michelle, Nelson, Charito, Marianita, Ross, Roxy, .....y a los que no nombro por despiste pero que estan aqui, alli, ahora y siempre.
martes, diciembre 18, 2007
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