miércoles, noviembre 01, 2006

camino al currele


Este es el camino al curro. A borde de mar hacia las Oficinas del Parque. Una gozada, aunque quiza cambie itinerario si me hago con una bici.
Los lobos, por doquier. Atraviesas un muelle y una pequeña playa, siempre hay grupos dormitando bajo la techumbre, cómodos, resoplones y felices. Están tan incorporados a la vida de Galapagos que terminas viendo como algo normal que se suban de la playa y avancen por el paseo maritimo, o que decidan tumbarse donde tu estás y te levante con su continuo ARRRRGGGG.

Son ruidosos, entre ellos es un comntinuo charlar de crias con madres, de hembras evitando machos pesados, de machos busacando novia plastamente. Es el sonido de las islas, un continuo bramar. Cuando las crias llaman conjuntamente suenan como un camion de ovejas, lo que al principio me despistaba ¿Galapagos o Colmenar Viejo?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿hembras evitándonos machos pesados? ¿machos buscando hembras plastamente? ¿en qué discoteca hetero has estado mi niña? ; )

¿y el mar? ¿no suena el mar? ¿y las estrellas, qué dicen?

con-fusiones dijo...

En los lobos todo muy hetero, hija, es asi!!!
el mar suena, bate sobre las rocas y las conchas, aunque ya no lo oigo como en los primeros dias al dormir. Sin embargo desde mi terraza tengo todo un cielo increible. Solo reconozco Escorpion, el cielo es una mirada a las estrellas desde otro lugar, es menos familiar pero igual de hermoso.